El carro para cadáveres se utiliza para el transporte desde el lugar de la muerte en la sala del hospital hasta la morgue, incluso en exteriores o terrenos irregulares. Está fabricado íntegramente en acero inoxidable grado quirúrgico y consta de un marco de soporte tubular electrosoldado sin tornillos ni remaches, lo que garantiza estabilidad y resistencia.
Sobre este marco se encuentra la camilla corporal, también de acero inoxidable del mismo grado y perfilado con inclinación central para contener cualquier líquido. Esta camilla se puede quitar completamente, gracias a las asas especiales en los extremos de la cabeza y los pies, y también se puede usar por separado del carro, ya que es autoportante. El carro tiene cuatro ruedas, dos con un diámetro de 250 mm y dos con un diámetro de 600 mm, que se adaptan perfectamente al uso al aire libre y en terrenos irregulares o accidentados. Las dos ruedas pequeñas también tienen un freno de estacionamiento accionado con el pie.
