Ibernvisor

Se ha estudiado para preservar los cuerpos ya colocados en el ataúd durante la vigilia y la observación. Previene problemas higiénico-sanitarios sobre todo en verano o en situaciones particulares de larga parada, o en caso de muertes patológicas críticas, o como medida preventiva ante un transporte de cadáveres de larga distancia. Gracias a sus reducidas dimensiones y al práctico maletín provisto de ruedas, es muy bien transportado y utilizado, sobre todo en condiciones de difícil e incómodo acceso. Las características técnicas únicas de IBERNVISOR® permiten un uso normal con el féretro abierto asegurando muy buenos resultados de conservación.

El aire frío producido se distribuye en el interior del féretro a través de dos mangueras de tela, sin las cuales no sería posible una correcta refrigeración del cuerpo.

En algunos casos o con condiciones clima-ambientales especialmente adversas, la cubierta transparente adicional se puede aplicar en una segunda vez, permitiendo alcanzar temperaturas aún más bajas gracias a su función aislante.< /p>

IBERNVISOR® también está equipado con un sistema de cámaras para el control remoto del cuerpo. Con este dispositivo, el operador puede controlar de forma remota mediante ordenador, tableta o smartphone el estado del cadáver y los parámetros de funcionamiento de IBERNVISOR®.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

El corazón de IBERNVISOR® es compuesto por un sistema frigorífico ventilado con una unidad de potencia-condensado equipada con un compresor de alta potencia para asegurar la conservación de los cuerpos con el féretro abierto. La parte evaporadora está provista de dos ventiladores especiales que introducen y difunden aire frío en contacto directo con el cuerpo, gracias incluso a la actividad de las mangueras de tela. El funcionamiento del equipo está dirigido por un programa especial a través de un temporizador ya configurado, que activa las etapas de descongelación cada 4-5 horas de funcionamiento por un período de aproximadamente 12-15 minutos, durante el cual el equipo no funciona y una resistencia eléctrica ubicada en el interior el depósito de recogida empieza a funcionar. Una vez finalizada la operación, el equipo vuelve a ponerse en marcha automáticamente y el agua procedente del proceso de descongelación se recoge en una bolsa que el operario debe enganchar previamente en los lugares adecuados.

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